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Los cuencos tibetanos y los 7 metales. ¿Realidad o leyenda?

Planetas de la astrología védica.

¿Sabes de qué están hechos los cuecos tibetanos?

Por Zuel.

Si buscas por internet encontrarás mucha información contradictoria sobre el material con que se elaboran los cuencos tibetanos. Comenzaré por contar una bella leyenda que escuché de un maestro y terminaré comentando la realidad que me he encontrado con los artesanos que nos sirven a la tienda de Estamos de Lujo.

Cuando hay falta de información sobre cualquier tema, la mente es muy hábil en generar nueva información tirando de recursos que ya conoce, aunque los datos no tengan nada que ver. Así se van forjando mitos y leyendas que posteriormente se transmiten de forma oral e incluso por escrito. Por eso se dice que en las leyendas siempre hay algo de verdad y algo de mito.

La leyenda

Cuenta la leyenda que cuando un niño nacía en la región de los Himalayas se le hacía su carta astral según la tradición védica, que conocía 7 cuerpos celestiales, que se asociaban a los 7 metales preciosos y a los 7 chakras de nuestro organismo.

El regalo de bienvenida al recién nacido era un cuenco de metal. Para elaborarlo se calculaba la cantidad proporcional de cada metal en relación con la posición que tienen los siete planetas en el momento del nacimiento.

Este cuenco acompañaría a la persona durante toda su vida, aportándole armonía y equilibrio. Eran cuencos unipersonales, pues tenían la proporción de metales según el momento astrológico del nacimiento de su dueño.

Después de contarte esta bella leyenda vamos a ponernos en antecedentes sobre la astrología védica, que difiere bastante de la astrología que conocemos en occidente. El problema surge cuando nos acercamos a una sabiduría ancestral y unimos conceptos de diferentes tradiciones del conocimiento. Esto ocurre mucho con los orientalismos: extraemos elementos exóticos de oriente y los mezclamos con nuestros conceptos occidentales. Entonces se crea un imaginario romántico que no se ajusta a la realidad de las cosas pero que resulta muy bello, mágico y atractivo.

Y así es como aparecen las leyendas y los mitos. Igual que el cuento que acabas de leer.

Si no me equivoco, ya que el tema de los astros no es mi especialidad, la astrología védica se basa en la posición actual de los cuerpos celestes que forman el zodiaco, y que son observables con los ojos desde la Tierra. Solo existen 7 planetas visibles (considerando al sol y la luna como planetas), a los que se suman los dos nodos de la Luna, llamados Rahu y Ketu.

Cada planeta representa una energía diferente, rige elementos de la naturaleza, la constitución de la persona o prákriti, las gunas o energías sátvica, rajásica y tamásica (divina, humana y demoníaca). Y también a cada planeta le son asociados colores, piedras preciosas, yantras, mantras, aromas, dolencias… y metales.

Planetas y metales

Según la astrología védica el Sol está relacionado con el oro, la Luna con la plata, Marte con el cobre, Mercurio con el bronce, Júpiter con el oro, Venus con la plata y Saturno con el hierro.

Estos metales no coinciden con los siete metales alquímicos (oro, plata, hierro, mercurio, cobre, plomo y estaño) que, según la tradición occidental, se asocian a Sol, Luna, Marte, Mercurio, Venus, Saturno y Júpiter, respectivamente. Estos son los famosos 7 metales con los que se cree que se elaboran los cuencos tibetanos.

Asociar los 7 metales alquímicos con la tradición védica es un ejemplo de cómo se mezclan, de forma errónea, conceptos de diferentes tradiciones del conocimiento.

¿De qué están hechos los cuencos tibetanos?

Parece ser que no todos los metales alquímicos son aleables entre sí. Por otra parte, elementos como el hierro y el plomo apagan la sonoridad del instrumento. Y si algo caracteriza a los cuencos tibetanos es su alta resonancia. Por cierto, resonancia tiene varias acepciones en el diccionario. En este caso me refiero a la duración del sonido en el tiempo. (→ https://dle.rae.es/resonancia)

Los buenos artesanos estudian fórmulas tanto para mejorar la resonancia de los cuencos tibetanos como para conseguir timbres armoniosos y agradables. El propósito es favorecer que la persona alcance el equilibrio y la paz mental. Pero son bastante reacios a revelar sus fórmulas.

El timbre es la cualidad del sonido que diferencia a un emisor de otro cuando tocan la misma nota, y esto se debe a la combinación de los distintos armónicos que producen. Los armónicos serán diferentes según sea la forma del instrumento y los materiales con los que está elaborado. Por ejemplo, un violín y un piano pueden emitir la misma nota, pero tú eres capaz de distinguir qué sonido viene de cada instrumento. Esto es gracias al timbre, a los armónicos que emite cada instrumento musical. Lo mismo ocurre con las voces humanas. Y con los cuencos tibetanos.

El cobre es la base de toda aleación empleada en la elaboración de cuencos tibetanos, utilizado en una proporción en torno a un 70-80%. El segundo metal en cantidad será el estaño o el zinc (30-20%), dando como resultado un bronce o un latón respectivamente.

Cuando se trata de elaborar instrumentos sonoros, el bronce y el latón raramente constituyen una aleación binaria, sino que se enriquecen con pequeñas cantidades de otros metales para conseguir una mayor resonancia y mejorar el timbre. Uno de los metales que mejor consigue alargar el sustain es la plata, que además hace que el timbre sea más cristalino y limpio. El níquel y el oro también mejoran notablemente la capacidad sonora de los instrumentos.

Otros metales que pueden ser agregados en pequeñas cantidades a los cuencos sonoros son Cadmio, Rutenio, Paladio, Platino, Cromo o Manganeso. Sin embargo, hay metales que apagan el sonido, como el plomo y el hierro, y que no se usan. Hay quien afirma que en los cuencos tibetanos se emplea hierro de meteoritos encontrados en los Himalayas, pero pienso que esto forma parte del mito.

Las características de la aleación varían en función del porcentaje de metales.

Los latones son más maleables y su punto de fusión es más bajo que el de los bronces. El resultado es un material fácil de trabajar, pero a la vez duro y resistente a la corrosión. Tiene muy buenas cualidades acústicas, por lo que se emplea para la fabricación de instrumentos como trombones, trompetas y también campanas.

El bronce, dependiendo del porcentaje que lleve de cada metal, tiene un punto de fusión más elevado que el latón. Es menos maleable, pero es muy bueno para elaborar artículos de fundición. Una de las características que posee es que estando fundido se expande, llenando fácilmente los resquicios más finos de un molde, y al enfriarse se encoge, lo que facilita separar el objeto de la matriz.

El bronce 80/20 (80% cobre + 20% estaño aproximadamente) es llamado bronce sonoro, o en India kansa, y se emplea en la fundición de campanas. En India, país por excelencia de las campanas, se utiliza el kansa para fabricar multitud de objetos decorativos con elaborados diseños. Un ejemplo de esto son las famosas campanas de elefante.

El bronce sonoro logra un sonido de gran intensidad, pero alcanza poco sustain. Piensa en las campanas de las iglesias de nuestras ciudades, que están fabricadas con este material. Por eso es necesario agregar otros metales que consigan alargar la resonancia. Y ahí está la sabiduría de los artesanos.

Que un cuenco esté fabricado en 7, 8, 10 o 12 metales no tiene mucho que ver con la astrología ni con ideas mágicas, sino con una cuestión práctica. De la aleación final dependerá que un cuenco tibetano tenga una resonancia más larga y un timbre más armónico y agradable. En la combinación de armónicos está la diferencia entre un buen cuenco artesanal y uno industrial. Un cuenco industrial puede sonar bien, pero uno elaborado por un buen artesano, te armoniza.

En un próximo post hablaré sobre Pitágoras y el estudio de los armónicos. Nos vemos pronto!

Zuel.


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1 comentario en “Los cuencos tibetanos y los 7 metales. ¿Realidad o leyenda?

  1. Muy completo el post, todo un lujo. Impresionante trabajo de documentación sobre leyenda y realidad. Mi enhorabuena.

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