Por Zuel.
En cualquier lugar donde suena un cuenco tibetano me siento irremediablemente atraído. Como buen enamorado de las terapias de sonido y los cuencos tibetanos, durante mis viajes he paseado por muchas tiendas y mercadillos donde hay cuencos a la venta. En la mayoría me han ofrecido comprar cuencos tibetanos antiguos, y en algunos casos afirmando incluso que tenían más de 100 años de antigüedad. ¿Es posible que en un puesto de un mercado medieval o en una tienda esotérica de un pequeño pueblo del interior de Andalucía haya cuencos tibetanos antiguos a la venta? Hagamos un poco de historia.
Un poco de historia
Cuando a los monjes tibetanos en el exilio se les ha preguntado acerca de estos instrumentos, han sido por lo general muy parcos en palabras, han sonreído y no han dado apenas información. Creo que puede deberse a dos motivos: o bien que los usos que se hacían originalmente de estos instrumentos no tengan mucho que ver con los usos tan mágicos y románticos que les damos en occidente o bien porque los cuencos tibetanos encierran una sabiduría que no está al alcance de todo el mundo y que debe ser utilizada exclusivamente por personas con un elevado nivel de conciencia. También es cierto que en los monasterios budistas se usan un gran número de objetos rituales, como campanas, tingshas, trompas, caracolas, tambores… pero no los cuencos tibetanos.
Sea como fuere, el caso es que cuando China entró en Tibet en la década de los 50 mucha gente tuvo que salir al exilio dejando atrás sus templos y sus pertenencias. Muchos de los cuencos que allí había (si es que había) acabaron en la chatarra o, con suerte, en manos de viajeros hippies que compraban a los tibetanos lo poco que poseían. Vender sus pertenencias en mercadillos de Nepal o India era la manera que tenían los exiliados de subsistir al principio de la década de los 60. Esta situación podría haber permitido que los primeros cuencos llegaran a Norteamérica y Europa. Y estos cuencos habían sido creados para su uso original, del que apenas se conoce nada.
Pero ¿cuántos llegaron? Hoy día encontramos miles de “cuencos tibetanos antiguos” en cientos de tiendas por todo el mundo. ¿Es posible que hubiera tantos? Imagino que no. Pienso que esto responde más a la idea romántica e idealizada que hemos generado en occidente de que cuanto más antiguo, mejor.
El hecho de que el movimiento hippie popularizara el uso de estos cuencos hizo que en Nepal e India se siguieran fabricando instrumentos con las técnicas ancestrales por parte de los maestros artesanos, y que sus métodos no se perdieran. Aunque el uso ya no iba a ser el original. Ahora se empezaba a abrir un moderno mercado en un occidente hipnotizado por la magia de oriente. Y los instrumentos comenzaban a tener nuevos usos (meditación, musicoterapia…) relacionados con propiedades beneficiosas para la salud. Estos beneficios se están estudiando desde hace 50 años.
Desde entonces han ido surgiendo nuevas formas de fabricarlos, de manera tanto artesanal como industrializada, y muchos de ellos se han empezado a decorar artísticamente. Están grabados con mantras y símbolos del budismo y el hinduismo, creando un nuevo capítulo en la historia de los cuencos sonoros. Igualmente se han creado nuevas aleaciones de metales, de las que hablaré en otro post. La técnica más tradicional es el martillado en fragua. También en otra entrada escribiré sobre las distintas técnicas para la fabricación de los cuencos tibetanos, como el troquelado por embutido o el torneado.
Los cuencos más antiguos que podemos encontrar en el mercado suelen ser de ésta época, justo después de la entrada de China en Tíbet, o sea, de los años 60 y 70 del siglo XX, y no podemos considerarlos antiguos. Encontrar un cuenco más antiguo y que haya salido de un monasterio o un templo es realmente difícil, pues son piezas de museo y su valor en el mercado puede alcanzar cotas muy elevadas.
Por otro lado, los cuencos tibetanos antiguos en buen estado de conservación serían aún más escasos, pues siempre el paso de los años hacen que los objetos se dañen y sufran diversos avatares que los estropean. Puede haber cuencos rotos, con fisuras, abolladuras, y que al fin pierden mucha calidad sonora o incluso ya no pueden emitir sonidos.
Comprar cuencos tibetanos antiguos
Algunos fabricantes de cuencos ofrecen en su catálogo diferentes acabados de los instrumentos: mate, brillo, grabados y, atención… “antique“. Los cuencos “antique” son cuencos que se someten a procesos de envejecimiento por medios artificiales. La apariencia de estos cuencos es muy atractiva, pero puede llevar a confusión a la hora de comprar.
Si estás buscando comprar un cuenco tibetano antiguo debes tener en cuenta que existen muy buenas imitaciones. Se fabrica y se vende lo que el mercado pide, y occidente quiere comprar cuencos tibetanos antiguos. Así que algunos fabricantes elaboran cuencos muy atractivos que están envejecidos por diversas técnicas, como la aplicación de ácidos para que el metal se oxide o pátinas artificiales que les dan aspecto antiguo. En algunos casos esto hace que sea muy difícil distinguir a simple vista un objeto nuevo de uno viejo. Aunque el fabricante advierte que no son antiguos, es fácil confundirse y dejarse llevar por la emoción.
Para comprar un buen cuenco tibetano ten en cuenta que lo importante no será la antigüedad ni el aspecto, sino la calidad sonora, la duración del sonido mantenido en el tiempo, la riqueza de armónicos, el timbre y la intensidad. Todo esto dependiendo del uso que vayas a dar a tu cuenco: meditación, relajación, terapias, decoración, etc.
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[…] con los “cuencos tibetanos antiguos”. Que no te engañen. Te recomendamos leer este interesante artículo sobre este […]
Soy de Argentina y quisiera información sobre los sonidos terapeuticos de los cuencos. Tengo 2, y no estoy conforme con lo que aprendí. y en estos momentos tan dificiles de pandemia, me encantaria poder ayudarme y ayudar a otros, pero mis conocimientos son pocos. Si pueden asesorarme y ayudar. Muchas gracias. Bendiciones